6 de marzo de 2012

Una guia para los sin Dios: C6-Deseos (4 de 7)

Podemos perder de vista esta característica de la dirección hacia el futuro del deseo motivacional si lo confundimos con el deseo emocional. Una persona puede desear a otra en el presente sólo en el sentido emocional. En el sentido emocional una persona anhela o siente lujuria por otra. Tampoco debemos confundir el deso motivacional con emociones que son como deseos, por ejemplo gustar o disfrutar de algo. "Puedo disfrutar ... lo que ya tengo, mientras que puedo desear sólo lo que todavía no tengo." (Sumner 1996:129)

La característica de direccionalidad hacia el futuro de los deseos los hace indicadores notoriamente pobres de lo que es valioso o lo que vale la pena. Nuestros deseos verdaderos son frecuentemente guías muy pobres para volorar, puesto que carecemos de suficiente información ya sea sobre el estado de cosas que deseamos que sucedan, o sobre el estado de cosas para las cuales aún no tenemos deseos formados. (Griffin 1986:10-20) Esto crea dos problemas distintos.

Primero, el problema del Juicio errado. Todos hemos tenido la experiencia de haber querido que sucediera cierto estado de cosas, pero terminar descubriendo, al suceder, que no valía la pena. Nuestros deseos actuales de que algún evento suceda en el futuro deberían ser suficientes, de acuerdo con la teoría del deseo de lo que nos importa, para hacer que ese evento nos importara al suceder. El evento, cuando sucede, cumple nuestro deseo. Sin embargo descubrimos que el evento no nos importa de verdad cuando nuestro deseo se cumple. Así pues la predicción de la teoría está equivocada.

Segundo, el problema de la casualidad. Todos hemos tenido también la experiencia opuesta, la de no haber tenido un deseo particular respecto a algún estado de cosas, pero haber descubierto, al suceder, que valía la pena. Nuestra falta de deseo presente respecto a que suceda algún suceso en el futuro, de acuerdo con la teoría del deseo, implica que los eventos que ocurran no nos importarán. El suceso, cuando ocurre, no cumple ningún deseo nuestro. Sin embargo, por casualidad, el evento de hecho nos importa aunque no cumpla ninguno de nuestros deseos pre-existentes. Nuevamente, la predicción de nuestra teoría está equivocada.

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