7 de septiembre de 2012

John Cleese habla de creatividad 3



(4:44)No está, por ejemplo, (y esto podría sorprenderlos) relacionada de ningún modo con el IQ (esto es suponiendo que ustedes sean inteligentes por encima de un nivel mínimo) pero MacKinnon demostró investigando a científicos, arquitectos, ingenieros, y escritores que aquellos vistos por sus pares como los “más creativos” no eran de ningún modo distintos en IQ de sus colegas menos creativos.

(5:12)Así pues, ¿de qué modo eran ellos diferentes?

(5:16)MacKinnon demostró que los más creativos habían simplemente adquirido una facilidad para meterse ellos mismos en un estado de ánimo particular -- “un modo de operar” -- que le permitía a su creatividad natural funcionar.

(5:34)De hecho, MacKinnon describió esa facilidad particular como una habilidad para jugar.

(5:42)De hecho describió a los más creativos (cuando estaban en ese estado de ánimo) como infantiles. Porque eran capaces de jugar con ideas... de explorarlas... no para algún propósito práctico inmediato sino sólo por el disfrute. Jugar por el hecho de jugar.

(5:59)Ahora, con respecto a ese estado de ánimo.

(6:02)En este momento estoy trabajando con el Dr. Robin Skynner en la secuela de nuestro libro de psiquiatría “Familias y cómo sobrevivir a ellas”. Estamos comparando los modos en los cuales funcionan las familias psicológicamente sanas (los modos en que dichas familias funcionan) con los modos en que funcionan las corporaciones y organizaciones más exitosas.

(6:20)Hemos quedado fascinados por el hecho de que por lo común podemos describir el modo en que la gente funciona en el trabajo en términos de dos modalidades: abierta y cerrada.


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